La Planta Maldita
El amaranto es un pseudo cereal cuyos orígenes remontan a más de 7.000 años atrás. Se dice que fueron los Mayas los primeros en consumirlo, sin embargo también formó parte de la dieta de los Incas. Fue considerado por las culturas Prehispánicas como un alimento sagrado y fue usado en varios rituales que los cristianos consideraron como paganos.
Dentro de las culturas Mesoamericanas era tan importante como el maíz o el fréjol. Las mujeres solían moler el amaranto con miel, melaza o sangre de las víctimas. La pasta resultante era moldeada en forma de dioses o estatuas que posteriormente eran veneradas y consumidas en medio de una cermonia pagana.
Mientras que en América del Sur según cuenta una leyenda de procedencia Inca. El dios sol le otorgó dos regalos a la humanidad: La Quinua y el Amaranto. Se consideraba que la quinua era para el pueblo, mientras el amaranto era para las deidades y reyes. Se dice que se consumía una especie de bebida de amaranto que otorgaba a los hombres mayor fuerza, energía y virilidad.
Con la llegada de los españoles su consumo fue prohibido. Al haber sido usado en ceremonias paganas, se la consideró como la «Planta Maldita», e incluso se cortaba la mano a todo aquel que la sembrara o que la tuviera. En poco tiempo su cultivo quedó relegado, casi se pierde. Sin embargo en los pueblos más recónditos se continuó cosechando algunas variedades de Amaranto.
Hoy en día gracias a las nuevas investigaciones, se ha retomado el consumo y la siembra de amaranto en diferentes variedades, en varias zonas de América.